Los cabezales en peluquería canina son material de corte de precisión que con un uso inadecuado se desafilan prematuramente.
Para dar una larga vida útil a los cabezales lo ortodoxo es utilizarlos adecuadamente.
Partes: Las principales son la cuchilla y el peine. Otras son: guía, tornillos, puente o casquillo.
Ajuste: Es la unión precisa entre cuchilla y peine que hace que el cabezal corte correctamente. Han de estar bien alineados.
Presión o tensión: La presión entre cuchilla y peine que se regula desde los dos tornillos de la parte trasera.
Filo: Tanto los dientes de la cuchilla como la parte de los dientes del peine que cruza con los de la cuchilla tienen filos. Al cruzarse dan el corte.
***La parte de los dientes del peine que dan la altura de corte no cortan porque no llevan filos***
Afilado: Se afila tanto la cuchilla como el peine en su parte de filos.
Mella o mordisco: Trocito diminuto de acero que se desprende del filo provocado por un golpe o por trabajar en pelo sucio, con nudos y con arena.
Provoca que cuando se cruzan cuchilla y peine, los filos tropiecen en ese punto dificultando el corte con pérdida de suavidad y precisión.
PORQUÉ DEJA DE CORTAR UN CABEZAL
- Porque se desafila. Trabajando correctamente el afilado dura mucho tiempo. Pero mal utilizado se puede perder en minutos.
- Porque se desajusta. No corta al no coincidir los filos de la cuchilla con los del peine. Ajustándolos se recupera el corte.
- Por un sobrecalentamiento. Al dilatarse pierde el corte. Cuando enfría se recupera. Trabajar con el acero caliente hace que el afilado dure menos tiempo.
CONSEJOS IMPORTANTES
Un cabezal ha de trabajar:
- Siempre ajustado y con la presión adecuada.
- Siempre limpio, sin pelo entre sus dientes. Especialmente en los cabezales de dientes muy finos, cepille minuciosamente para eliminar el pelo acumulado.
Después pulverice spray refrigerante para una limpieza profunda. - Siempre lubricado. Aplique dos gotitas de aceite especial para cabezales en la zona de corte, sobre los dientes para que penetren entre la cuchilla y el peine.
- Siempre frío. Controle su temperatura mientras trabaja para impedir su calentamiento. Aplique antes, durante y después del corte un buen spray refrigerante IBÁÑEZ, OSTER o WAHL.
- Siempre en pelo limpio y sin nudos. Las placas de nudos son “lijas”. Para evitar la frustración que supone dañar el filo antes de concluir el corte de su perro anudado es importante lavar y desenredar todo el pelo previo al corte. En el caso de que esto no sea posible, utilice un cabezal lo suficientemente corto para dar el corte entre el nudo y la piel. Evite atravesar los nudos para no deteriorar el cabezal prematuramente.
- Siempre avanzando a la velocidad que la fuerza de la máquina permita “sin forzar”. Se trata de dirigirla pero sin empujarla para dar tiempo a que vaya cortando sin que se desafilen los cabezales y muy importante, sin que la máquina sufra.
- El diseño del cabezal: altura de corte, longitud y separación de los dientes, están pensados para trabajar los diferentes tipos de pelo pero no todos los cabezales valen para todo. Elija el cabezal adecuado en función del tipo y estado del pelo. Más información en «Cabezales de peluquería canina. Altura de corte«
- Tras la jornada, limpiarlos con su cepillito, aceitarlos nuevamente y si se quiere, añadir un limpiador profundo al final antes de guardarlos.
- Evitar las caídas. Una caída puede romper, mellar o desajustar los cabezales.
- No sumergirlos en agua ni en líquidos corrosivos. Ni guardarlos nunca húmedos.