La “familia de los Collie” o simplemente “los collies” es la denominación empleada popularmente en ambientes caninos para referirse a varias razas de perros: Border Collie, Bearded Collie, Smooth Collie, Rough Collie y, aunque no pertenece realmente a esta familia, se suele incluir “en el paquete” al Shetland Sheepdog.
Esta raza es también de obligada referencia en este artículo porque su similitud con nuestro protagonista hoy es incuestionable. Todo lo que a continuación indiquemos es válido para ambas razas caninas.
La importancia del pelaje en el Rough Collie es tal que, de hecho, es esa singular capa de pelo la que desde el principio le convirtió en el perro que hoy conocemos. Sus ancestros, perros escoceses de pastoreo, no presentan el aspecto que hoy vemos en nuestros flamantes Collies. Fue el empeño de los primeros criadores el que aportó a la raza ese singular pelaje con el objetivo de convertirlo en un atractivo perro de exposición.
Ese pelo largo y áspero que le da nombre (Rough Collie es su denominación oficial), su peculiar distribución en el cuerpo y los diferentes colores, junto con el magnífico y deseado collar blanco, son algunas de las principales señas de identidad de la raza.
En la peluquería del Rough Collie debe, por tanto, primar el cuidado del volumen, la textura y la longitud de su manto. Los profesionales de esta raza valoran muchísimo el brillo y la intensidad de sus colores pero, sobre todo, ese volumen que le proporciona una belleza única.
Un buen Rough Collie debe de contar con una densa, suave y afelpada capa bajo su largo pelo de cobertura. Esta valiosa manta de pelo, también denominado subpelo, cumple como función principal: la protección de la piel del frío extremo; motivo por el que se irá modificando en relación a los estacionales cambios de temperatura y luz.
Otra función, imprescindible para las competiciones de morfología canina, es la de proporcionar el deseado volumen a la capa externa.
El pelo de cobertura tiene como principal función proteger la piel de las inclemencias externas: sol, lluvia, suciedad, picaduras…
En primavera, acompañando al aumento de la temperatura, el subpelo comienza a desprenderse y lo hace normalmente de forma brusca. El pelo de cobertura también se renueva pero de manera más gradual. Así, la piel estará en todo momento protegida, especialmente en circunstancias de intenso calor.
El principal problema que nos encontramos en el momento de la muda es que el subpelo tiende a anudarse. Esto puede provocar graves problemas como picores, irritaciones, heridas o eccemas. Ayudar a nuestro perro en esta situación siempre será beneficioso para su salud y su estética.
Este problema se evita con cepillados y baños adecuados. Utilizando regularmente productos de calidad, la muda se convierte en un proceso gradual y mucho menos traumático para dueño y perro.
BAÑO
El pelo tiende a anudarse por carencia o aplicación inapropiada de cuidados en piel y pelo. Detrás de un trastorno cutáneo se encuentran, en muchas ocasiones, la falta de higiene y/o la aplicación de productos ácidos y agresivos.
La sequedad y los pelos muertos que quedan enredados en esa madeja son el origen de molestias e irritaciones, y un buen indicativo de que nuestro perro puede estar ante problemas dermatológicos de diferente índole y gravedad.
Además, la piel seca es más sensible a picores. Esta molestia provocará que el perro se rasque. Las uñas del perro aumentarán la madeja de pelo que va formando los nudos y esto generará un nefasto círculo vicioso.
Baños regulares, al menos una vez al mes y siempre que esté sucio, y la aplicación de productos de calidad que cuiden el equilibrio de la piel y del manto, son la solución. Utilizamos un buen champú nutritivo cuyo pH sea similar al de la piel del perro, que es de grado siete (pH 7).
Tras el aclarado es fundamental un acondicionador que sea respetuoso con el pH de la piel, con buenos nutrientes y agentes suavizantes que proporcionen elasticidad al pelo.
LOS COLORES SON MUY IMPORTANTES EN LA RAZA
Para resaltar aún más la belleza de nuestro Collie, también podemos prestar atención al color de la capa y aplicar, en cada caso, el champú más apropiado. La capa, aunque siempre presentará zonas blancas de mayor o menor tamaño, puede ser dorada, negra o arlequinada, esta última generalmente en tonos azulados (denominada blue merle).
En caso de desear intensificar los colores, el baño es el momento ideal para hacerlo. Para ello, necesitaremos un champú intensificador de color. Un buen champú intensificador de blanco no debe apagar los otros colores sino intensificarlos al igual que las partes blancas.
SECADO
Para secarlo, lo adecuado es utilizar un secador-expulsor. El secado a temperatura baja ayudará a no deshidratar la capa externa. Estos aparatos expulsan gran caudal de aire a mucha velocidad reduciendo de manera sorprendente el tiempo de secado y, muy importante, sin dañar el pelo de cobertura.
Cuando el perro comienza a mudar, es aconsejable aumentar la frecuencia de sus baños para fomentar la renovación del pelo e intensificar la elasticidad y resistencia de su piel. Así se acelera de forma espectacular el periodo de muda y se evita la formación de nudos y las molestas irritaciones en la piel que provocan que el perro se rasque.
CEPILLADO
El uso incorrecto de cepillos y cardas puede ser tan nefasto como no cepillar. El cepillado ha de hacerse por capas, utilizando un cepillo suave de púas metálicas sin bola en la punta. Para esta tarea los cepillos suaves Ibáñez son los más adecuados.
Un cepillado frecuente es la mejor receta que, para la salud de pelo y piel, podemos darle. Si además, se hace aplicando previamente un buen spray acondicionador sueltanudos, nuestro consejo será excelente. El cepillado será más agradable para el perro, ese pelo tan preciado de su collie no se arrancará innecesariamente. Hasta el cepillo tendrá más y mejor vida útil.
En ejemplares adultos, que presenten una sana y cuidada capa de pelo utilice cepillos suaves con la púa extralarga.
Para el secado del manto después del baño, quizás sea más cómodo ayudarse de una carda suave de púas largas como son las cardas de mango largo.
ARREGLO FINAL
El Rough Collie tiene un arreglo delicado; debe presentar un aspecto natural pero muy elegante a la vez. Hay que jugar con los diferentes volúmenes y longitudes de pelo que presenta su capa en las diferentes partes del cuerpo. En algunas zonas debemos rebajar mientras que, en otras intentaremos conseguir el máximo volumen.
Reduciremos volumen, extrayendo subpelo progresivamente, en la zona lumbar, los ijares y las espaldas, aunque ha de lucirse con un buen pelo de cobertura y su adecuado subpelo. El exceso de subpelo en esta zona afea su estética e impide que el pelo de cobertura luzca correctamente. Extraer la parte apropiada es la solución. Utilizamos con mucho cuidado un coat Ibáñez abierto de ocho cuchillas. No se trata de eliminar completamente el subpelo solo el estrictamente necesario.
Para conseguir el máximo volumen, contamos además con productos muy específicos. El cuello, hombros, pecho, muslos y la cola son el objetivo en esta tarea y, más aún, si nos encontramos en época de muda.
Si utilizamos productos húmedos, como los sprays voluminizadores, lo haremos antes de comenzar con el secado. Y después de éste, si lo que queremos es aplicar polvos.
El secado debe ser minucioso y completo. Cepillamos por capas, moviendo el pelo en distintas direcciones. El resultado final ha de ser un manto estirado y esponjoso, que presente el máximo volumen y brillo posible.
Acabaremos repasando la capa para dar forma allí donde sea necesario con una tijera de esculpir, retocando puntas para dar un acabado homogéneo pero sutil, sin que se note que el pelo ha sido cortado.
¡Es increíble lo que mejora un ejemplar cuando unas manos expertas dan este último toque de tijera!
